La música, ¿cuánto influye en nuestros diseños? (I)

En la actualidad es indudable que los jóvenes, seamos estudiantes o profesionales, no podemos hacer nuestros respectivos quehaceres sin el acompañamiento de una “buena música” (a nuestros diferentes pareceres, claro está), y en la mayoría de los casos, escuchamos ritmos que algunas personas denominan “escandalosos” y “movidos”, dígase, por ejemplo, el hip-hop, electrónica, rock, o más para los latinos, el reggaetón. Sin embargo, no es misterio para ninguno de nosotros que también nos llegan momentos difíciles en el que pasamos una noche en vela diseñando, y nos cansamos de tanto “pum-pum” (no puedo creer que yo escribí eso).

En ese momento de hastío, a nuestros ritmos más escuchados, antes de bajar el volumen o apagar tu reproductor, tenemos que tomar en cuenta que hay otras opciones en el “catálogo” de Internet, como es la música clásica e instrumental, una muy buena opción al momento de planeamiento y organización de las ideas. De igual modo, cabe mencionar la legendaria colección de sonidos naturales de Dan Gibson Solitudes, actualmente con una producción bastante amplia. Y para los que no soportan escuchar tanta naturaleza, les aconsejaría que intenten con el jazz y el blues.

Cuando en nuestros proceso de diseño se agregan melodías o ritmos que nos tranquilizan el alma y la mente, esto lleva a que organicemos mejor nuestras ideas, y a que a la vez estemos relajados mientras intentamos plasmar nuestros pensamientos en el computador, papel, lienzo o maqueta, dando como producto final, diseños con mayor calidad y organización, ya que el trabajo realizado no fue hecho bajo ningún tipo de estrés.

En la segunda parte abundaré más sobre el tema.

PS: Entiendo que, para algunas personas poder hacer un cambio del ritmo de su preferencia a las mencionadas anteriormente, en un nivel muy alto de cansancio mental y físico, podría causarles ir derechito a contar ovejas: zzzzzzzz.